¿Cómo identificar la autocompasión, trabajarla y evitar que siga afectando tu vida personal y profesional?
  Por Laura Vargas  
Veamos primero qué es la autocompasión, cómo puedes reconocer si caes en esa conducta, cómo afecta tu vida personal y profesional y por último qué hacer para empezar a trabajarla.
Definición: La autocompasión
Empecemos por tener claro qué es la autocompasión, es la capacidad de sentir empatía ante el sufrimiento de otra persona. Sin embargo, la autocompasión es el sentimiento de pena y lástima hacia uno mismo.La autocompasión no siempre es mala, se convierte en algo poco adecuado cuando a raíz de tanta dosis de autocompasión se reduce la posibilidad de alcanzar metas, se produce un bloqueo, se cae en el conformismo y en el pesimismo. La constante presencia de la autocompasión afecta la autoestima.

Una persona que se dedica altas dosis de autocompasión se cree siempre víctima y busca simpatía, ayuda y sobre todo atención. Estas personas creen firmemente que su destino y el de muchas otras personas es sufrir: sufrir en el matrimonio, en el trabajo, con los hijos, en la economía, en la salud. Y es su tema central en las conversaciones. Buscan constantemente culpables que justifiquen sus fracasos: la mala suerte, la situación del país, el jefe, los compañeros de trabajo, el destino, el clima, la economía, la competencia. Cualquier culpable es bueno cuando el fin que se esconde es no asumir la propia responsabilidad.
¿Cómo reconocer si te autocompadeces?
Es fácil reconocer a una persona que se escuda en la autocompasión, todos conocemos a alguien que hasta en un breve saludo nos cuenta lo mal que está, ahora veamos si es fácil reconocerse como una persona que se autocompadece.

Acá algunas preguntas que tienen como propósito el autoanálisis:
¿Al hablar con alguien a quien no ves desde hace mucho tiempo le cuentas tus problemas?
¿Tienes una lista de problemas ante los cuales no encuentras solución?
¿Consideras que la mayor parte de tus problemas son provocados por alguien o algo más, no por ti mismo?
¿Aunque tengas algo positivo que contar siempre salen a flote los aspectos negativos? (Préstate atención cuando hablas con otras personas)
Ante un problema, ¿buscas quién te ayude inclusive antes de tan siquiera intentar enfrentarlo?
¿Si alguien te cuenta de lo mal que la está pasando tienes a la mano un ejemplo para que sepa que estás peor?
¿Cómo afecta en la vida profesional?
Las altas dosis de autocompasión afectan sobre todo la autoestima de las personas. Disminuye la confianza en el propio potencial, en la seguridad para poder alcanzar metas tanto en la vida personal como en la vida profesional.

La autocompasión es algo que se aprende, es una forma de analizar las condiciones de tu vida que has aprendido de tus cuidadores o de tu familia. Si prestas atención posiblemente identifiques fácilmente a varios miembros de tu familia con esta tendencia.

Se crea una tendencia a ver lo negativo de toda situación, procurando un campo fértil para la aparición de la depresión o la ansiedad, que por supuesto afecta la vida personal y profesional.

No es secreto que las personas pesimistas y negativas no son las más aceptadas en sus lugares de trabajo o en sus grupos sociales. Por lo que ser una persona altamente autocompasiva disminuye las posibilidades de integración dentro de los equipos de trabajo o grupos de amigos.

Ser autocompasivo en demasía es una forma de evadir la responsabilidad, la toma decisiones y el correr riesgos; de lo que se trata la vida profesional y personal.
¿Cómo empezar a trabajar la autocompasión?
Como muchas situaciones de origen emocional, el primer paso para empezar a trabajarlas y superarlas es por supuesto reconocerlas. Reconocer que se es autocompasivo en exceso.
El segundo paso es continuar con el proceso de hacerlas conscientes. Y es que si no sabes de la existencia de autocompasión como una situación que puede afectar tu vida cómo la podrías trabajar.

Ahora afina tu atención, presta oídos a tus pensamientos y a los temas de conversación que tienes. Será un proceso lento, sin embargo, poco a poco empezarás a notar de qué hablas con otros y podrás empezar a corregirlo.

Acepta que las malas situaciones nos suceden a todos en algún momento y nos queda afrontarlas trazando planes para salir de esas malas rachas.

Tercer paso cambiar nuestra forma de hablar, lo que decimos y pensamos impacta en nuestro cerebro. Si nos decimos constantemente “yo tengo tan mala suerte”, “a mi siempre me pasa esto”, “en mi vida todo es sufrimiento”, “a mi no me sale nada bien”, no nos ayudamos.

Y no significa que por arte de magia atraeremos todo lo malo a nuestra vida, significa que nuestro cerebro ha recibido tanto diálogo interno negativo que no podrá ver lo positivo, no podrá identificar oportunidades y entrará en modo autoboicot para confirmar tanta negatividad.

Escucha esa voz, la voz de tu diálogo interno y pregúntate ¿de quién es la voz?, suele no ser tuya, es la voz de alguien más que te enseñó a pensar así y tal como te enseñaron puedes aprender a pensar diferente.

Te reto a que empiezas a escuchar esa voz interior.

Un abrazo enorme!!! Laura